Sin lugar a dudas, comer es uno de los placeres innegables de la vida, pero a veces puede tener consecuencias, entre ellas la indigestión. La indigestión es una mala asimilación de los alimentos, por lo que se presentan alteraciones en la parte alta del sistema digestivo, que se manifiestan con reflujo, dolor de estómago, gases, eructos, náuseas, vómitos, regurgitaciones, sensación de pesadez e hinchazón en el abdomen, ruidos estomacales y pérdida de apetito.