Cada vez es más común oír entre nuestros conocidos o incluso uno mismo quejarse porque no se duerme bien, se está de mal humor o que todo parece irritarnos más de lo común, esto puede tener una sola causa y es que puedes estar sufriendo de estrés.
Nuestra cultura y la información a la que a diario estamos expuestos nos ha hecho pensar que el estrés es el enemigo, sin embargo el estrés no siempre es malo, de hecho, sentirse estresado ayuda a producir una explosión extra de energía y concentración, que es justo lo que necesita un atleta de alto rendimiento cuando compite o cualquier persona cuando debe hablar en público, esto sucede porque al exponerte a una situación angustiosa tu cerebro libera cortisol que sirve como alerta y te permite reaccionar con todo tu cuerpo de manera que puedas manejarlo.
En cambio, el estrés malo sucede cuando esta dosis extra de cortisol se produce a diario, haciendo que tu cerebro cambie ocasionando un estrés crónico, algunos ejemplos comunes de situaciones de estrés en el día a día son las discusiones en casa, las angustias prolongadas, los problemas financieros y los problemas del trabajo que no solo te hacen sentir estresado sino que son capaces de modificar la estructura de tu cerebro, reduciendo su tamaño, su funcionamiento y hasta tus genes, debilitando tu capacidad natural de controlar episodios de estrés.
Un cerebro disfuncional implica una pérdida de conexiones sinápticas entre las neuronas y la parte frontal del cerebro que afecta de manera significativa la concentración, la toma de decisiones, el juicio y hasta la forma de relacionarte socialmente.
Complicaciones a futuro
Afectar la memoria de tu cerebro te trae complicaciones tempranas como la incapacidad de recordar cosas o peor aún, padecer estrés crónico podría dificultar tu capacidad de aprender. A futuro un estrés crónico puede ser el detonante de enfermedades cerebrales graves como la depresión y el Alzhéimer.
Consejos para combatir el estrés
Tus armas más poderosas para combatir el estrés son el ejercicio y la meditación, porque te ayudan a entrenar una respiración consciente y en conexión con tu entorno. No importa cual de las dos actividades elijas pues ambas reducen tus niveles de estrés y aumentan el tamaño del hipocampo que es el encargado de generar y mantener los recuerdos en tu cerebro, optimizando tu memoria.
Fuentes