La piel es uno de los órganos más importantes del cuerpo, nos protege del entorno, tiene un papel fundamental en nuestra apariencia y potencia el sentido del tacto.
Su apariencia es clave para sentirnos bien, sin embargo, puede secarse, tornarse áspera y tirante, cuartearse, producir urticaria y perder su capacidad para funcionar correctamente.
Conoce qué puede estar pasando con tu piel y aplica una serie de consejos que seguro te harán recuperar su elasticidad, hidratación y belleza.
¿Sientes que la textura de tu piel es?
Las partes de tu cuerpo donde tu piel permanece seca son:
Han relacionado tu resequedad con enfermedades como:
¿Qué efectos externos resecan más tu piel?
La humedad de tu piel la puedes recuperar asumiendo seis sencillas prácticas de cuidado:
1. Evita el lavado con jabones fuertes: La piel seca puede ser sensible a los parabenos, colorantes, alcoholes y perfumes, presentes en productos de cosmética y detergentes. No uses productos para el cuidado cutáneo con estas sustancias irritantes. Leer más.
2. Comprueba si el producto ha sido dermatológicamente probado: Puedes comprobarlo en el sello de calidad expuesto en la etiqueta del producto. Detalla con cuidado las especificaciones de uso para la cara o el cuerpo. Importante que el producto sea 100% de origen natural.
3. Lleva una dieta pensada en la piel: Come alimentos que fomenten la ingesta de nutrientes, ácidos grasos insaturados y vitaminas para la piel. Las vitaminas C y E también participan en el mantenimiento de una piel sana.
4. Detecta los factores que pueden resecar tu piel: Identifica con claridad cuáles factores (externos o internos) agravan la condición (viento, sol, polución, medicamentos, problemas hormonales, etc.,). Esto contribuirá a la prevención y el tratamiento de la resequedad.
5. Controla la evaporación del agua de tu piel: Mantén la humedad y las sustancias importantes que atrapan y fijan el agua en tu piel. Para mantener equilibrio acuoso del organismo es clave el consumo de líquido de manera permanente durante el día, esto ayuda a conservar las grasas superficiales que forman una barrera natural sobre la piel y mejorar la humedad en las capas más profundas.
6. Limpia tu piel: Es crucial que el limpiador sea eficaz aunque lo suficientemente suave para no arrastrar los lípidos de la piel. Procura que esté enriquecido con urea, glucoglicerol, ácido hialurónico y lactato, que reponen los factores hidratantes naturales perdidos y contribuyen a fijar la humedad en la capa superior de la piel. Hazlo al acostarse y al levantarse con un agua micelar (con componentes naturales que eliminan la suciedad y un aceite o una leche desmaquilladora.
Otras recomendaciones importantes:
Fuentes:
Las reglas de oro para el cuidado de la piel seca
Cómo hacer agua micelar en casa: ¡Maravillosa para tu piel!